No olvide la Palabra de Dios
Palabra:
Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste. (Jonas 2:2)
Cuando alguien me pide que ore por él, me gusta incluir las Escrituras como parte de mi oración. Por ejemplo, si alguien dice que necesita orar por sabiduría, oraré algo como: “Señor, Tú prometiste en las Escrituras que si alguien necesita sabiduría, que te la pida, y Tú se la darás generosamente. Así que ahora, Señor, te pedimos sabiduría”.
O quizá alguien esté luchando contra el miedo. Rezaré: “Señor, prometiste en Filipenses que no debíamos preocuparnos por nada, sino rezar por todo. que todo está bajo tus poderosas manos. Prometiste que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento humano, guardará nuestros corazones y nuestras mentes en Cristo Jesús, Señor nuestro. Nos aferramos a esa promesa y rezamos por que ella sea cumplida en nuestras vidas”.
Eso es algo que hizo Jonás desde el interior del vientre del pez. Citó las Escrituras. No creo que tuviera pergaminos para leer. Pero llevaba la Palabra de Dios en el corazón, y con ello en su mente. En el segundo capítulo de Jonás, vemos que citó el Libro de los Salmos ocho veces.
Cuando cito las Escrituras en mis oraciones, no lo hago para recordar a Dios lo que ha dicho, sino para recordar a aquellos por quienes oro lo que El Señor ha prometido.
Jonás dijo: “Cuando mi vida ya se desvanecía, me acordé de ti, Señor, y mi oración subió a ti, a tu santo templo” (versículo 2:7). Jonás empezó a perder la esperanza. Y su esperanza fue restaurada en una relación con Dios.
Lo mismo ocurre hoy con nosotros.
Entonces, ¿en quién o en qué pones tu esperanza? No pongas tu esperanza en las personas. pues como seres imperfectos que somos, siempre podremos defraudar. Lo mismo aplica para nuestros familiares y amigos, pues nadie, Solo El Señor, es infalible. No pongas tu esperanza en el dinero ni en la tecnología. Te defraudarán.
No pongas tu esperanza en ninguna solución humana. Pon tu esperanza en Jesucristo. En Él encontrás siempre el acceso a todos los caminos de verdad, plenitud y vida.
Oración:
Gracias Señor, porque en Tu Palabra puedo deleitarme, sostenerme, fortalecerme y escuchar como me hablas, para dirigirme siempre por Tus caminos de bien, y retomar Tus maravillosas sendas cuando me he perdido. Sostenme siempre Señor. Así Sea. En El Nombre de Jesús, Amén.
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