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Mostrando entradas de diciembre, 2024

PALABRA DE HOY

  Tu Alimento Espiritual  Salmos 3:3 «Pero tú, oh Señor, eres un escudo que me rodea; eres mi gloria, el que sostiene mi cabeza en alto.»    El “escudo” de Dios no sólo cubre una parte de tu cuerpo, te rodea por completo, incluso protegiendo tu mente y espíritu. Cuando tu cuerpo sea atacado por una enfermedad, tu mente se atormente por las preocupaciones, tu familia entre en crisis, tu economía tambalee; levanta tu cabeza en fe, ponte el escudo protector de Dios, y su Gloria se manifestará en tu vida. Ora así: Padre Dios, en base a esta Promesa, comienzo este día pidiéndote que seas mi escudo, que me protejas y liberes de todo mal, para avanzar en Victoria tomado de Tu mano. En el Nombre de Jesús, amén. ¡Bendiciones para Todos!

SU PROMESA PERMANECE

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  "Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel; porque él jamás rompe su promesa". "Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel; porque él jamás rompe su promesa". 2 Timoteo 2:13 TLAI Dios, en su fidelidad, ha prometido estar con nosotros en cada paso, guiándonos y asegurando nuestro éxito cuando caminamos en su voluntad. Él no es un Dios que abandona, sino uno que acompaña, fortalece y lleva a Su pueblo a la victoria. Aunque a veces enfrentemos desafíos o tiempos de incertidumbre, Su promesa permanece: no estamos solos, y en su nombre, encontraremos éxito en cada propósito que Él nos encomiende. Hoy, confía en que Él te levantará y que su presencia te dará el favor necesario para triunfar en cada área de tu vida. Él ya ha ido delante de ti, preparándolo todo. En el día final, entregarás tu corona y le darás la gloria y las gracias por todos los milagros que realizó! 

SED DEL DIOS VIVO

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  "Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?". Salmos 42:1-2 Hay personas que producen algo en el corazón de Dios, que entran en una lista especial y no es por su capacidad o su infalibilidad, sino porque han desarrollado una fe precisa. Tienen una entrega absoluta, están apasionados por Jesús, viven una ofensiva adoración, buscan el lugar, el espacio para estar con Él. Si lo tienen sentado a su mesa lo honran y lo bendicen. Todo esto está en nuestra naturaleza, solo debemos sacarlo hacia afuera, que no nos importe nada más, solo hacer la voluntad de Dios. Debemos ser parte del equipo que convoca Jesús. ¿Cuál es el resultado? Que la palabra se suelte y ocurra el milagro, morir para que Cristo crezca produciendo así una relación tan íntima, un encuentro tan profundo que nuestra fe sea elevada a un nuevo nivel para que el reino de los c...