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Mostrando entradas de octubre, 2024

El Señor Te Escucha Siempre

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  En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. Salmos 18:6 El Salmo 18, escrito por David, es un canto de agradecimiento y liberación que relata todo lo que hizo el Señor para rescatarle de las manos de Saúl. Los primeros versículos del salmo hacen hincapié en la relación que David tiene con Dios, y exalta al Señor con algunas comparaciones directas. Dios era la roca, la fortaleza, el libertador, la fuerza, el escudo, la salvación y el baluarte de David. En los versículos 4-6, David ofrece a sus lectores una visión de la angustia abrumadora que experimentó. Miró a su alrededor y no vio más que muerte y una impiedad omnipresente, que parecía asfixiarlo, tenía miedo y clamó a Dios. Necesitaba que el Padre le escuchara, y El Señor le escuchó. ¿Te has encontrado alguna vez en un momento en el que la desesperación porque el Padre te escuche, te haya superado? Tal vez estes mirando a tu alrededor en este ...

Servir en Humildad

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  Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Mateo 18:4 No fue fácil para Pedro contenerse. Era un pionero natural, lo que significaba que disfrutaba y se le daba bien guiar a los demás. Sin embargo, los acontecimientos de la última semana de Cristo en la tierra destrozaron cualquier sueño que Pedro pudiera haber tenido con respecto a la gloria, el gobierno y la conquista. Observó con frustración cómo el Salvador se envolvía la cintura con una toalla y empezaba a lavar los pies de los discípulos, la tarea más humilde del criado más humilde de una casa. Por eso, cuando Jesús se acercó a Pedro con el recipiente lleno de agua, el discípulo retrocedió: «No me lavarás los pies jamás». (Juan 13:8). Jesús fue firme en su respuesta: «Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después… Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.» (Juan 13:7-8). Puedes imaginarte la confusión en el corazón de Pedro. ¿Por qué un rey, el Mesía...

Oración a la fidelidad del Señor

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  ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. (Génesis 18:14) Padre Celestial, hoy vengo ante Ti aferrándome a Tus promesas. Al igual que Abraham y Sara se enfrentaron a dudas e incertidumbres, yo también me encuentro cuestionando el momento y el cumplimiento de Tus planes. Pero Señor, reconozco que nada es demasiado difícil o maravilloso para Ti. Tu poder no conoce límites. Ayúdame a confiar en Tu tiempo perfecto y a resistir con fe inquebrantable. En los momentos de cansancio e impaciencia, recuérdame Tu fidelidad a lo largo de la historia y en mi propia vida. Tráeme a la memoria las oraciones que ya has respondido, los milagros que has realizado. Calma mi corazón ansioso, Señor, y lléname de esperanza y confianza renovadas en Tus promesas. Te entrego mis dudas y temores, sabiendo que Tú eres el Cumplidor de Promesas. Que continúe siguiendo Tu guía, incluso cuando el camino parezca incierto. Concédeme la ...